viernes, 3 de febrero de 2017

INFORME DEL AULA SIN MUROS DE MARSHALL




INTRODUCCIÓN

Marshall McLuhan fue uno de los autores que primero propuso la alternativa tecnológica a la escuela tradicional en su obra El aula sin muros. Para McLuhan la mayor parte de la enseñanza tiene lugar fuera de las escuelas, a través de los medios de comunicación.

Los profesores entienden que con  los medios audiovisuales y las nuevas tecnologías de entretenimiento más que como auténtica educación. Los nuevos medios de comunicación se veían como amenazas en vez de refuerzos a la acción de las escuelas .Es erróneo creer que existe una diferencia básica entre la educación y la diversión: “Lo que agrada, enseña de modo mucho más efectivo”.

Con el uso de las nuevas tecnologías y los medios de comunicación se puede aprender desde muchos lugares convirtiendo a toda la sociedad en aulas sin muro. Las teorías de McLuhan quedaron en una utopía no realizada nunca y las aulas siguen manteniendo sus sólidos y altos muros. El mundo tradicional de la enseñanza se ha ampliado por apoyos tecnológicos y audiovisuales que multiplican las posibilidades educativas de las instituciones escolares.

BIOGRAFÍA DE MARSHALL MCLUHAN


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(Herbert Marshall McLuhan. Nació el 21 de Julio en  Edmonton (Canada) en el año 1911 y falleció en Toronto en el año 1980) Filósofo, profesor y teórico canadiense que influyó en la cultura contemporánea por sus estudios sobre la naturaleza y efectos de los medios de comunicación en los procesos sociales, el arte y la literatura.
Estudió un tiempo ingeniería en la Universidad de Manitoba y luego se trasladó a la de Cambridge para cursar literatura. Impartió clases en la Universidad de Toronto. Los estudios de McLuhan fueron pioneros en la esfera de la información y la comunicación y de la influencia de los nuevos medios y la electricidad en los cambios de percepción del hombre moderno. Su famosa frase "el medio es el mensaje" se ha convertido en un lema de la estética y las ciencias de la comunicación contemporáneas. Para él, la manera de percibir la realidad está en relación directa con la estructura y la forma de la información, y cada medio está relacionado a su vez con una parte de la psiquis humana.
Su obra está escrita mayoritariamente en forma de aforismos o fragmentos breves, al estilo del siguiente: "Toda forma de tecnología es un reflejo de nuestra experiencia psicológica más íntima"; y, en gran parte, su escritura está presidida por el humor: "Como la máquina de escribir, el teléfono fusiona funciones, capacitando a la telefonista, por ejemplo, para ser su propia embaucadora y madame."
Este estilo, entre asertivo, paradójico y profético, le trajo algunos problemas en los medios académicos, que no sabían cómo clasificarlo, dudando entre si era un filósofo genial al estilo de F. Nietszche, un escritor imaginativo o un "sabio un poco loco". Lo cierto es que su obra y sus ideas cobran, cada día que pasa, mayor fuerza y vigencia en la ciencia de la comunicación y los comportamientos sociales dentro del entramado de los mass-media, al margen del ingenio y las paradojas que satisfacen, por otra parte, la imaginación artística y literaria moderna.
Entre sus obras fundamentales cabe mencionar:
  • La galaxia Gutenberg (1962).
  • La aldea global (1989).
  • Ensayos como "Joyce, Mallarmé y la prensa" o "Leyes de los medios", incluidos en la antología McLuhan.Escritos esenciales (1998).

La galaxia Gutenberg popularizó sus ideas sobre los medios de comunicación: para McLuhan, ha finalizado la era de la cultura basada en el libro; la televisión y los nuevos sistemas electrónicos de comunicación en general han instalado ya al ser humano en una "aldea global", un sociedad audio-táctil tribalizada a escala planetaria.


  


Hoy en día los profesores hablan de manera natural de los «medios audiovisuales», ya que seguimos pensando que el libro constituye la norma y los otros medios son incidentales. Pensamos también en los nuevos medios (prensa, radio y televisión) como medios de comunicación de masas y en el libro como forma individualista, porque el libro aisla al lector y ha contribuido a crear el «yo» occidental.

Sin embargo, el libro fue el primer producto de una producción para la masa. Mediante este producto todo el mundo podía tener los mismos libros. En la Edad Media era imposible que los distintos estudiantes y las distintas instituciones tuvieran ejemplares del mismo libro. Los manuscritos y los comentarios se dictaban. Los estudiantes aprendían los textos de memoria. La instrucción era casi totalmente oral y se hacía por grupos. El estudio solitario se reservaba al erudito avanzado.

Los primeros libros impresos constituyeron «subsidiarios visuales» para la instrucción oral. Antes de que apareciera la imprenta, los jóvenes aprendían escuchando, mirando, actuando. De este modo aprendían también, hasta hace poco tiempo, este libro nos hace recordar como los campesinos aprendían el lenguaje de sus mayores escuchando, mirando y actuando y solo asistían los que deseaban tener una carrera profesional.. La enseñanza tenía lugar fuera de las aulas.

Hoy en nuestras ciudades, la mayor parte de la enseñanza tiene lugar fuera de la escuela. La cantidad de información comunicada por la prensa, las revistas, las películas, la televisión y la radio, exceden en gran medida a la cantidad de información comunicada por la instrucción y los textos en la escuela. Este desafío ha destruido el monopolio de libro como ayuda a la enseñanza y ha derribado los propios muros de las aulas de modo tan repentino que estamos confundidos, desconcertados.(VER DOCUMENTO)

En esta situación social profundamente trastornada, es natural que muchos maestros consideren los nuevos medios de comunicación como una forma de entretenimiento más que como auténtica educación. Pero esto no resulta convincente para quien estudie el problema. No se encontraría a un solo clásico que no fuera considerado originalmente como entretenimiento ligero. Casi todas las obras vernáculas fueron así juzgadas hasta el siglo XIX. Muchas películas se realizan hoy con un grado de penetración y de madurez que alcanza el nivel de los textos escolares. El «Enrique V» y el «Ricardo III» de Olivier reúnen una riqueza cultural y artística que revela a Shakespeare a un nivel muy. alto, aunque de una forma de la que pueden disfrutar fácilmente los jóvenes. La película es a la representación teatral lo que el libro fue al manuscrito. Pone a disposición de muchos en muchos momentos y lugares lo que de otro modo quedaría restringido a unos pocos y a pocos momentos y lugares.

 La película, igual que el libro, es un mecanismo de duplicación. La televisión es contemplada simultáneamente por cincuenta millones de espectadores. Algunos creen que el valor de experimentación de un libro disminuye al 156 extenderse a muchas mentes. Esta noción está siempre implícita en las frases «medios de comunicación de masas», «diversión para las masas», frases carentes de utilidad que no tienen en cuenta el hecho de que el idioma inglés o el español constituyen igualmente un medio de comunicación de masas. Hoy empezamos a darnos cuenta de que los nuevos medios no son simplemente una gimnasia mecánica para crear mundos de ilusión, sino nuevos lenguajes con un nuevo y único poder de expresión. Históricamente, los recursos del idioma inglés han sido configurados y expresados en formas constantemente nuevas y cambiantes.

La imprenta cambió no sólo el volumen de la escritura sino también el carácter del lenguaje y las relaciones entre el autor y el público. La radio, el cine, y la televisión llevaron al idioma inglés escrito hacia la espontaneidad y la libertad del idioma hablado. Nos ayudaron a recuperar la intensa conciencia del lenguaje social y del gesto corporal. Si estos «medios de comunicación de masas» nos sirvieran solamente para debilitar o corromper niveles anteriormente alcanzados de la cultura verbal y de la imagen, no sería porque haya en ellas nada inherentemente malo. Sería porque no hemos podido dominarlas como nuevos lenguajes para integrarlas en la herencia cultural global. Cuando se analizan cuidadosamente estos avances, se hace patente que determinan una estrategia cultural básica para la enseñanza. Cuando apareció el libro impreso, amenazó los procedimientos orales de la enseñanza y creó la escuela tal como nosotros la conocemos.

 En lugar de preparar su propio texto, su propio diccionario, su propia gramática, el estudiante empezaba a trabajar con estos instrumentos. Podía estudiar no sólo uno sino varios lenguajes, hoy estos nuevos medios de comunicación amenazan, en vez de reforzar, los procedimientos tradicionales de la escuela. Es habitual contestar a esta amenaza con denuncias sobre el desgraciado carácter y efecto de las películas y de la televisión, del mismo modo que se temió y se desdeñó el «comic», expulsándolo de las aulas. Sus buenas y malas características de forma y contenido, conjuntados cuidadosamente con otros tipos de artes y de técnicas narrativas, podían haberse convertido en un importante instrumento para el maestro.

 El punto en que se centra el interés de los estudiantes es el punto natural en que debe tener lugar la elucidación de. otros problemas e intereses. La tarea educativa no es exclusivamente proporcionar instrumentos básicos de percepción, sino también desarrollar el razonamiento y la facultad de discriminación con la experiencia social normal. Muy pocos son los estudiantes que llegan a tener capacidad para analizar los periódicos. Menos todavía saben examinar inteligentemente una película. Saberse expresar y tener capacidad de distinguir en asuntos cotidianos y en materia de información es sin duda el distintivo del hombre educado. Es erróneo suponer que existe una diferencia básica entre la educación y la diversión. Esta distinción no hace más que liberar a la gente de su responsabilidad de entrar en el fondo del asunto. Es lo mismo que establecer una distinción entre la poesía didáctica y la poesía lírica basándose en que la una enseña y la otra divierte. Y, sin embargo, nunca ha dejado de ser cierto que lo que agrada, enseña de modo mucho más efectivo.

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CONCLUSIONES

  • El aula sin muros se menciona en que las nuevas tecnologías de hace 50 años, como las de ahora, abren nuevas posibilidades de lenguaje y de expresión a quienes participan de las mismas.
  • Las investigaciones que desde la pedagogía se han hecho al respecto son sin duda insuficientes.
  •  La tecnología de ahora ha dado un giro espectacular.
  •  Los inventos tecnológicos son herramientas que el hombre puede emplear para mal o para bien, según su conocimiento moral para Mcluhan no interesa el contenido de estos inventos sino el mensaje que no hace llegar. Pero pienso lo contrario a él porque creo que los inventos tecnológicos pueden ser útiles pero no todo lo es, hay cosas que valen la pena ver, como hay cosas que no valen la pena ver y lo mejor es saber escoger un buen tema para recibir un buen mensaje para tus conocimientos y tu moral.



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